El entrenamiento de Ryukku

Paseando por la villa tranquilamente mientras le daba de vez en cuando alguna calada a mi cigarro encendido, me topo con un edificio que llama mi atención.

--Academia ninja, ¿eh? Bueno, supongo que ahí podrán enseñarme algo de defensa personal, no me vendrá mal algo de lucha para mis salidas nocturnas--

Me encojo de hombros, le doy una última gran calada a mi cigarro, soltando una enorme bocanada de humo y tiro el cigarro al suelo, aplastándolo bajo mi bota. Decido curzar las puertas de la academia observando sin mucho interés la decoración de la sala y acercándome al mostrador o lo que haya en la entrada. El café no había hecho mucho efecto y aun seguía teniendo algo de sueño, así que antes de hablar suelto un gran bostezo, abriendo mis fauces de par en par.

--Esto... si, buenos días y eso... verás, quisiera aprender algo de defensa personal y eso para mantener mi integridad física y esas cosas... ¿Dónde tengo que firmar?--

Me sentía orgulloso de mí mismo porque algo de ejercicio físico no me iba a venir nada mal.

Ves una chica de unos 17 años detrás del mostrador la cual hace una mueca de desaprobación en cuanto bostezas

-Oye majete! un poco de respeto aquí so alistados los shinobis y las kunoichis del Sonido, no es un gimnasio como cualquier otro.- El tono de la chica era mas bien duro y seco -Rellena esto- dijo la jovencita chica rubia mientras le extendía a Ryukku una hoja que había de rellenar

Arqueo una ceja confuso ante la reacción de la chavala que se encuentra en el mostrador, intentando pensar qué he podido hacer para faltarla el respeto.

**Pero si he dado los buenos días y todo... cómo están los humos hoy...**

Cuando me tiende la hoja la ojeo por encima.

--Vale, supongo que tengo que rellenar esto...--(Cojo el informe y lo empiezo a rellenar)**Pero si yo no quiero ser un shinobi, solo quiero ser un poco más fuerte... en fin, haré un poco el paripé y me iré por patas, total, lo único que quiero es poder defenderme en mis salidas nocturnas...**--Está bien, creo que ya está todo, aquí tienes--

Le devuelvo el informe ya rellenado y me quedo mirando a la chica, esperando respuesta.

--¿Y bien? ¿Cuándo empieza mi entrenamiento o lo que sea?--

La chica toma el formulario y lo archiva en una carpeta de plástico de debajo del mostrador

-Acompáñame por favor- dijo la muchacha mientras te indicaba que la sigieses por el pasillo hasta llegar a un gran estadio exterior -Espera aquí a tu sensei, estará al llegar-

Después de esas leves palabras la chica se despide de ti con una sonrisa y agitaba la mano para volver a su puesto de trabajo

Sigo a la chica con un poco de desgana hasta llegar al estadio. Me despido de la chica con un gesto con la cabeza cuando se marcha y vuelvo a bostezar exageradamente, el efecto del café se me estaba pasando definitivamente y empezaba a tener bastante sueño, pero como tenía que hablar con mi "entrenador" no me queda más remedio que quedarme allí esperando hasta que llegase. Me encojo de hombros y me apoyo en la pared para descansar mientras espero.

Llego apresurada, mal vestida y mal peinada y casi sin aliento.

-- Siento la tardanza!!! Dame un minuto y estoy contigo.

Me pongo frente al espejo y en apenas unos segundos estoy algo presentable.

-- Disculpa estas pintas mías, me quedé dormida. -- Te tiendo la mano con una gran sonrisa -- Mi nombre el Lirian, seré tu entrenadora hoy.

Se aleja un poco de ti mientras se quita la chaqueta.

-- Espero que tu ropa sea cómoda y estés algo en forma. Empezaremos calentando un poco, no quiero que te lesiones. ¿Podrás seguirme? 100 Vueltas a la sala. ¿Y bien, por qué quieres ser Shinobi?

Cuando llega la chica y me tiende la mano la saludo mientras la miro de arriba a abajo como si mis ojos fueran dos escáneres.

**Pero... ¿Cuántos años puede tener esta niña? ¿11?**

--Esto... yo soy Senju Ryukku, es un placer... supongo--

Escucho lo que va diciendo un poco distraído y casi sin prestar atención, hasta que escucho la palabra mágica.

--¿¿100 vueltas??--**Tiene que estar de coña...**

Antes de empezar señalo mis ropas como preguntando si es lo suficientemente cómodo para dar el paseo.

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Después de eso me pongo a caminar con mucha parsimonia detrás de la chica mirándola con cara de "¿Qué dices?"

--Creo que ha habido un malentendido, yo no quiero pertenecer a la Bofia, simplemente quiero entrenar un poco para que cuando haga mis típicas salidas nocturnas no me la líen como anoche...--

Me quedo callado, con el rostro compungido al recordar cómo aquella bella mujer me traicionó dejándome a merced de los maleantes que se llevaron todo el dinero que llebava. Afortunadamente, solo solía llevar lo poco que gastaba por noche. Después de un rato me dió por preguntar.

--Supongo que tú perteneces a la Bofia, ¿no es así? ¿Qué tal se vive cumpliéndo siempre la ley?

NOTA: En argot (o jerga), los maleantes llamaban antiguamente a la policía Bofia. En el contexto de Luc la Bofia serían los shinobis de la aldea, debido a su semejanza de cumplir la ley y el orden.

Cuando señalas te mira seria, muy seria.

-- Bien, por hoy me conformaré con esto.

Al escucharte se enfada y se gira para encararte.

-- ¿Pero qué narices dices? Me has echo venir corriendo, sin desayunar, despeinada y me has echo vestirme en el ascensor y me dices qeu NO QUIERES SER UN SHINOBI!!!!!!!!!!!

** Empieza el entrenamiento duro...

Se aparta de ti todo lo que puede y te mira desde la lejanía, donde se sienta y saca un par de "payasos diabólicos, mal dibujados" que envía hacia a ti, para que cada vez que pares de correr te muerdan el culo (las ratas no te hacen daño ni nada, por eso no he puesto aun ni el ataque ni los contadores de vida).

Lirian mira los payasos y luego te mira a ti riendo.

-- Tengo que mejorar mis dibujos, lo sé Y_Y. Para aprender a defenderte de la poli corrupta no es necesario que vengas aquí, pero ya que me han despertado por tu culpa y no tengo nada mejor que hacer... En fin ¿Sabrías reconocer sus caras? Seguro que podríamos darles una lección. Bien, 150 vueltas al campo y después 200 Flexiones con cada mano. Eres un hombre fuerte, lo aguantarás.

La chica te observa con gesto serio.

** No lo conozco de nada... aunque debería contarle la situación actual...

-- Sí, soy de la bofia - Dice esta palabra con gesto ridiculo. -- Y cobramos bastante bien, pero desde que nuesto Kage desapareció la oficina está llena de corruptos. Se necesita con urgencia una mano firme que levante este pais. Ya nadie hace nada por este pais, no ayudan, hay abusos de poder enmascarados por todas las esquinas....

Lirian suspira con aire preocupado.

Mientras voy andando tranquilamente sus chillidos se meten en mi cabeza como taladros atravesándome el cerebro.

--Relaja el cuerpo cariño, que no tengo la cabeza para voces...--**Joder... qué resaca llevo...**

Cuando veo que se aleja y aparecen unos extraños bichos que no sé muy bien como catalogar me paro en seco.

--¡Eh! No me dijiste nada de... de...(Intento identificar los bichos tan raros que han salido, pero es en vano)Cosas raras abstractas--

Cuando las cosas raras mutantes empiezan a acercarse a mí con intenciones muy poco ortodoxas doy una palmada y extiendo los brazos mientras mi chakra se expande hacia fuera y empieza a controlar el viento.

Spoiler:

Un remolino de viento se forma alrededor de mí, protegiéndome de las cosas raras que ha dibujado Lirian. El remolino no es lo suficientemente potente, pero al menos algo hace.

--Mira cariño... sé defenderme, pero no lo suficiente como para ajustarle las cuentas a un grupo de maromos de dos por dos... por eso he venido a entrenar un poquito... ya sabía lo del Otokage, ahora salir por la noche a casas de apuestas o de citas se convierte en un riego para tu vida, por eso quiero entrenar y hacerme más fuerte, pero lo mío no es cumplir con el deber guapita... eso que lo hagan otros--

**Si supieras las cosas que he llegado a hacer te escandalizarías niña**

Vida: 1000
Chakra: 1020

Lirian mira al chico con el ceño fruncido. Se sentía ofendida por lo que escuchaba, aunque no tenía demasiado claro por qué.

-- No me gustas aunque tampoco es que me guste nadie... si lo que quieres es ser un matón no creo que sea la persona indicada para entrenarte.

Al ver el remolino la chica se asombra, y le mira con algo más de interés, resoplando.

-- Sigues sin gustarme. No necesitas aprender a controlar tu poder, ni siquiera hacerte más fuerte. Yo mediaré por ti. Sólo llevame al lugar exacto y acabaré con los corruptos en un santiamén, seré tu guardaespaldas.

Lirian tiende al chico su número de teléfono escrito en una papeleta mientras lo mira sonriente.

-- También puedes subir a la élite, sin ser necesariamente un buen chico. Aprender a controlar todas las energías que fluyen en ti e incluso podrías llegar a ser mucho más fuerte de lo que hoy en día eres. Podrías saber más de los orígenes de tu clan, buscar el por qué de las muertes, de las guerras entre clanes... No tienes que salvar vidas, sólo tienes que ayudarme a acaba con los malos.

Lirian se recuesta sobre una colchoneta, apoyando la espalda en la pared y colocando ambas manos en su cabeza.

-- En fin, me gustaría saber qué más eres capaz de hacer, si es que eres capaz de hacer algo duro a parte de esas cosas blandengues que haces, pero sólo me quedaré si aceptas ayudarme a cargarme a los malos. Aunque también estoy dispuesta a escuchar tus normas.

Bostezo enérgicamente debido al sueño que tengo y a lo aburrido que me está pareciendo la charla de esta chica.

--Mira cariño... no pretendo ser grosero, pero tu discurso épico quizá cuele con otros niños en la edad del pavo como tú... pero conmigo no cuela

Me encojo de hombros y miro hacia otro lado mientras el remolino que me rodea amaina poco a poco.

--Yo estoy a gusto con lo que hago, salgo de fiesta, me evado con... bueno, con cosas y disfruto de la buena vida que me han dejado mis padres, no hago mal a nadie, y si nadie me hace mal, todo está perfecto, no necesito ser un héroe, esa es demasiada responsabilidad para mí y bastante tengo con tener que cuidar de mi hermanito...--

Cuando se sienta y me pregunta de lo que soy capaz de hacer suspiro con desgana y me coloco de pie frente a ella mirándola fijamente en silencio. Me quito el guante izquierdo y extiendo la mano con la palma mirando hacia mi cara, mostrándole una extraña marca con forma de remolino.

--También conozco los secretos de mi clan...(La extraña marca empieza a brillar, chasqueo los dedos de esa mano y una ráfaga de viento se dirige hacia la entrepierna de Lirian, levantando su falda)Yo controlo el viento, y mi hermano controla el $%&$%&$, sé cuales son nuestras capacidades y sé de lo que soy capaz, la putada es que no estaba en condiciones de defenderme porque...--**Iba demasiado borracho...**--...Me encontraba indispuesto... si, eso es... por cierto, unas braguitas muy bonitas...--

Me acerco a ella con una sonrisa pícara dibujada en el rostro y me agacho para estar a su altura, poniéndome en cuclillas.

--Bueno... ¿Y qué me cuentas tú de ti? ¿Vas de heroína las 24 horas del día?--

La cara de incredibilidad de Lirian era inmensa. No podía creerlo. Quién pensaba que era aquel pequeño ser para despreciarla así... No cambió el gesto, manteniendo una sonrisa en todo momento, hasta que hace mención a sus braguitas y el chico se pone en cluquillas frente a él, empleando un tono en el no escondía absolutamente nada lo mucho que detestaba a ese chico.

-- Sip, para ser una niña tan pequeña tengo unas braguitas que me sientan la mar de bien.

Te da un golpecillo en la cabeza, más juguetón que nada y se aleja de ti andando hacia su sudadera.

-- No creo que la actitud de "sexo, droga y rock and roll" sea mucho más madura que mi heroicismo prematuro, supongo que no eres más que un niñito mimado, incapaz de igualar a su hermano y que ahoga sus penas en alcohol antes de enfrentar la dura realidad.

Se pone la sudadera adquiriendo bastante aspecto de colegiala y se dirije hacia la puerta dispuesta a macharse.

-- Yo me gano la vida con esto. Entré aquí para perder los kilitos que me sobran y salí con un trabajo. No me siento orgullosa de él, pero de algo hay que vivir en esta vida. En mis ratos libres... Viajo e investigo. Y juego con muñequitas (esto último con tono de niña repelente). El entrenamiento a terminado, no estaré dispuesta a enseñarte nada más si no quieres ser un verdadero shinobi. Conoces todo, da 100 vueltas al campo y haz 200 flexiones cada día. y por muy borracho o drogado que vayas la próxima vez podrás defenderte

Suelto una risotada divertida cuando escucho su comentario sobre las braguitas y mientras camina hacia su sudadera saco papel, un filtro y un pequeño paquete de cuero negro. Con una habilidad increíblemente precisa y rápida, en segundos un cigarro liado se encuentra entre mis dedos. Empiezo a buscar por mis bolsillos el mechero y enciendo el cigarro, dando una gran calada y soltando una inmensa humareda mientras escucho parlotear a Lirian.

**Esto si es placer...**

--¿Y qué diferencia hay entre lo que yo hago y tú haces? Ambos ganamos dinero y al mismo tiempo nos exponemos al peligro, la diferencia está en que nuestra avaricia es distinta, nosotros pasamos siempre desapercibidos y vosotros siempre queréis fama y poder, para luego poder vanagloriaros de vuestras hazañas... ¡Espera! ¿Y ahora dónde vas? ¿No vas a enseñarme nada más salvo correr? ¿Tan poco eficaz se ha vuelto la Bofia de hoy en día? Es normal que el Otokage se fuera a tomar por culo...--

Doy otra calada al cigarro con indignación mientras la miro, esperando para ver si se va, o si me contesta.

Lirian te escucha hablar atenta y mirandote con repulsión, hasta que nombras al Otokage que se pone frente a ti soltandote un tremendo puñetazo en el estómago (que no sé si esquivas, lo dejo a tu elección, pero si lo esquivas del impulso me caigo encima tuya y pataleo).

-- Nuesto Otokage-sama ha muerto, imbécil. Estamos en un barco sin capitán. Y no me compares contigo, no soy como tu. No hago esto por fama, ni siquiera por dinero, desde la muerte del Otokage ningún shinobi ha cobrado nada. Cada uno hace lo que cree correcto y por eso ahora en su ausencia diferenciamos entre gente de valor y corruptos. En la oficina ahora nos dan limosnas porqeu algún lisitillo del alto mando ha decidido quedarse con nuestro dinero. Yo ahora nisiquiera tengo una casa en la que dormir y vivo con lo justo. No soy una niña mimada como tú, ni una nenaza. Yo tengo valores.

La chica te hace burla y vuelve a sentarse en el suelo con un gesto aburrido.

-- Ya te he dicho que no estoy aquí para enseñarte sino para examinarte como shinobi. Yo te he ofrecido enseñarte nuevas técnicas pero tu no me das nada a cambio.

Bueno, podría decirse que esquivo el puñetazo cual experto en artes marciales, desgraciadamente no es así. Lo peor de todo es que el puñetazo lo recibo en plena calada, por lo que me ahogo durante unos segundos por el humo al quedarme sin aire y empiezo a toser y lagrimear mientras siento como mi garganta arde y mis pulmones se colapsan, sensación más fuerte que el dolor del golpe. Después de unos minutos tosiendo de forma desagradable y de haberme recompuesto, tanto del golpe como de la tos, me limpio los ojos enrojecidos con la manga de la chaqueta y tiro lo que es ya una colilla desaprovechada todo lo lejos que puedo. Miro inexpresivamente a Lirian, cosa que aprendí gracias a tantas salidas nocturnas (mirar mal a alguien siempre trae problemas), y empiezo a andar hacia la salida.

--Creo que ha sido un error venir aquí, no he venido a recibir sino a aprender, si el sistema se os ha ido a la mierda, yo no tengo la culpa...--

Cuando estoy en la salida, sin mirar atrás, me coloco el guante izquierdo y levanto la mano en señal de despedida.

--Mucha suerte con tu vida... "heroína"...--

**Si... definitivamente necesito un trago...**

Salgo de la academia hacia el bar más cercano que encuentre.

Lirian se asombra ante la reacción del chico

** Que se vá **

Indignada ordena a los payasos a seguirle con un cartel "este chico es demasiado blando para ser shinobi". La chica le sigue ha una distancia prudencial y entra con él en el bar agarrandote justo antes de ver al portero.

-- Señor, es mi padre. (se dirige al portero).

Después se dirije a ti de nuevo.

-- Dame un buen motivo para no querer ser shinobi