Convento "Hermanos Unidos"

Después de una larga caminata bajo la lluvia en la que permanecí en todo momento en silencio miré a Obito, dubitativa y llena de pánico, dejándo caer algunas lágrimas por mi cara. Llegamos al convento a media noche y un par de sombras se acercaron a nosotros, inmediatamente una de ellas sacó un cuchillo y tiró de mi, la otra se dispuso a hacer lo mismo con Obito.

Salí de la mansión despejada y con pocas ganas de pasarme la semana en ese maldito templo pero el trabajo era sagrado pàra mí así que hacia allí caminaba preparada para entrar en el templo. Al fi llegué después de caminar un buen rato, ví que habian dos personas. Una de ellas parecía tener la silueta de la Amekage y otra silueta tiró de ella con un cuchillo en la mano y lo mismo sucedió con el acompañante, parecía alguien fuerte y robusto pero no hice mucho caso, ¿que estaba pasando? muchas cosas pasaban por mi cabeza y ahora entendía las suplicas de Siam

*Mejor me quedo mirando aver que pasa, no quiero tener que andar metida en lios ya de buen principio*

Así que eso es lo que hice, me escondí mientras observaba lo que iba pasando delante del templo

Llegamos al convento, yo iba pensando en todo lo que podría suceder por esa maldita tiara de brillantes y no me percaté de lo que pasaba a mi alrededor cuándo de pronto note como algo tiraba de mi fue entonces cuando vi una silueta que tiro de mi y en la otra mano envainaba un cuchillo

*Pero que..*

Tenía que reaccionar rápido así que tire con mas fuerza del brazo posicionandome debajo de mi agresor y con un patada lo lanze por los aires para después dar un salto darle un seguido de patadas y que se estrellará en el suelo

Tecnica utilizada:

-No me toques demasiado las narices machote-

V:96
C:250-9=541

El hombre al que golpeas cae al suelo, pero antes de que te des cuenta está al lado del otro, sosteniendo a Eilin. El agresor que tenía a Eilin, desde un principio apretó el cuchillo contra su cuello dejando caer un hilillo de sangre.

-- Si de verdad aprecias lo más mínimo a esta preciosidad no me pasaría ni un pelo.

Acto seguido limpió la sangré con su lengua.

Eilin por su parte, con cara de asco, veía la muerte pasar ante ella y no tenía esperanza alguna de que Obito se las ingeniara para salvarla.

Cerre los ojos para respirar ondo, no queria ver esa imagen demente mientras activaba mi sharingan

*Sharingan!*

Acto seguido mire fijamente a los ojos del hombre que le hizo el corte a Eilin para inducirlo en mi Genjutsu y que no estorbará mientras me ocupaba del otro

-¿estas seguro? se te ve bastante convencido, pero te has metido con la persona equivocada-

Tecnica utilizada:

Tecnica utilizada:

Mientras yo iba concentrando chakra en mi mano mientras miraba sarcasticamente al hombre que sostenia a mi compañera

-¿Y tu no dices nada, brivon?-

Moví levemente mi mano para direccionar un rayo que salió disparado al cuello del tipo que permanecía inmóvil

Técnica utilizada:

V:96
C:241-20-7-10:204

A medida que se iba desarllando la batalla Naomi se movía sigilosamente buscando quedarse detrás de los agresores, al fin se habia percatado con seguridad que la agredida era la mismisima Amekage y tenia la obligación de ayudar a áquel hombre que intentaba salvarla de una muerte segura

*Maldita sea.. aguanta Amekage-sama*

El hombre te miró con desprecio, tocándose los ojos al comenzar a ver borroso. Después comienza a bajar el cuchillo hacia el escote de Eilin, rompiendo la ropa y haciéndole una herida algo más profunda.

-- ¿Crees que esto es un juego? Es muy bella para morir, pero no dudaré en matarla si es necesario. Aunque pensaba que podría divertirme un poco más con ella...

Continúo tras ella, agarrandola con fuerza y bajando el cuchillo hasta la altura de la cadera, dejándola totalmente desnuda de cintura para arriba.

El otro después de esquivar el rayo, sacó una gran Katana, con la que embistió contra ti.

Pervertido: V= 50 C=60

Hombre 2: V= 50 C = 60-11 = 49

El hombre que estaba disfrutando haciéndole daño a Eilin mientras la iba desnudando mientras destrozaba su ropa consiguió cabrearme así que mi próximo ataque tenia que ser definitivo. Mientras el otro agresor se lanzó hacia mi después de esquivar el rayo así que me concentré hasta mezclar mi cuerpo con la brisa y desaparecer de la vista humana para luego aparecer detrás del tipo que sostenia a Eilin

Tecnica utilizada:

Tecnica utilizada:

Una vez detrás de ellos cargué mi chidori y con un rápido movimiento le golpee la espalda descargando toda la electricidad de mi ataque contra el agresor

Tecnica utilizada:

-Nunca bajes la guardia, ah! y otra cosa.. nunca cabrees a un Uchiha, tenemos demasiado mal genio-

V:96
C:204-15-8-19=162

El hombre soltó a Eilin justo en el momento en el que le clavaba el cuchillo en el vientre. De un salto se colocó al lado del otro hombre, mirándo a Obito con odio.
El que aun sostiene la katana se lanza contra ti velozmente

Spoiler:

Al que acabas de atacar te mira con desprecio, lanzandose también contra ti

Spoiler:

Pervertido: V= 30 C= 52

Hombre 2: V= 50 C = 35

En el momento que me atacan y con la ayuda de mi sharingan consigo esquivar el hombre que me ataca con taijutsu aunque el tipo de la katana consigue alcanzarme produciendo una herida considerable en mi torso

tecnica utilizada:

Cuando miro a Eilin veo que el hombre le ha atravesado el vientre con el cuchillo, cosa que no hace mas que cabrearme aún mas

-Lo vas a pagar con la vida, estás en un callejón sin salida-

*Tsk.. hay que acabar con esto y rapido*

Corrí hacia el hombre que apuñaló a Eilin y cuando estoy cerca lo cojo por el brazo para lanzarlo contra el suelo y desués atacarlo de nuevo con mi chidori

tecnica utilizada:

V:96-36=60
C:162-15-9-19=119

Después de tu último ataque ambos hombres salen corriendo.

Eilin está moribunda en el suelo.

-- O... Ob... Obit...

Obito soltó un gruñido por lo bajo ante la cobardia de los dos hombres cuando de pronto Eilin empezó a vacilar como si fueran sus ultimas palabras así que me acerque a ella rápidamente poniéndome de rodillas a su lado.

-Mierda! Necesitas un médico, aguanta un poco. La tiara tendrá que esperar-

Sin pensármelo dos veces cogí a la Amekage por debajo de la espalda y de las piernas comprobando que no perdía la conciencia y salí rumbo al hospital de la villa a toda prisa

*no por dios.. no puedes morir ¡No a mis brazos!*

Naomi no daba credito a lo que acababa de presenciar pero debia concentrarse en su misión así que entró en el templo observando el lugar con detenimiento

*¿Estará muerta? no no.. eso es imposible*

Se sento en uno de los bancos de la gran sala esperando que pasará el tiempo reflexionando sobre lo vivido hacia unos instantes..

Mientras que esperaba un viejo monje abrió los portones. Al percatarse de su presencia se sentó a tu lado.

-- Hola señorita, ¿eres otra pobre chica sin nigun lugar dónde vivir?

Naomi sonrío cuando vio al monje mientras se aparto el pelo de la cara

-Mas o menos, en verdad quisiera ver como es la vida en un templo- dije con suma seguridad -¿No habrá ningún problema verdad?-

El viejo se levantó, cogiéndote de la mano para que te pusieras de pie y mirar a tu alrededor.

-- Eres muy linda... Acompañame...

El monje entra en el convento esperando qeu le sigas para cerrar la puerta tras de ti, dirigiéndose a un gran despacho lleno de esculturas de oro.

-- ¿Y bien? Comenzaremos con el formulario básico. Nombre, edad, virginidad, procedencia, familia y talla. Bueno, la talla podremos omitirla, iré a por un metro mientras rellenas el formulario.

Seguí al monje y empece a rellenar el formulario, por supuesto puse que era toda una virgen señorita que no tenia familia y que vivia en las afueras en una cueva que yo misma acondicioné

-Esto ya está-

Entonces esperé a que volviera con el metro para que me tomará las medidas

El monje volvió poco después con un metro y te subió a un gran taburete.

-- Eres una chica preciosa. Y virgeeeeen... Mis preferidas.

El monje comenzó a tomar todas tus medidas, tocando tu cuerpo más de la cuenta, pero con disimulo, de forma que no podías saber si era queriendo o sin querer.

Al terminar de tomar todas tus medidas te entrega una túnica blanca, semitransparente y una diadema para el pelo.

-- Bien, puedes ponertela. No es necesario que salgas del cuarto, quiero verte al completo.

Empezó a hacerme sentir algo incomoda ese monje pero no le hice mucho caso hasta que me dijo que me cambiará delante suyo con una túnica que no dejaba lugar a la imaginación

-Antes que nada como te he dicho soy una señorita así que si tengo que cambiarme lo haré sola y en segundo lugar no me voy a poner esta túnica quiero algo mas discreto-

*Pero niña ¿Como aguantas tales insinuaciones? voy a despedazarlo ahora mismo!*

Otra vez volvía a oir esas voces en mi interior, empezaba a pensar que me estaba volviendo loca

*Tu tranquilito, si hay que hacer algo me se valer por mi misma*

*Claro claro.. lo que tu digas*

-¿Y bien, tienes algo mas discreto?- le pregunté al monje en un tono seco

El monje apuntó características tuyas en tu ficha.

-- Ya veo... tienes dignidad... Creo que no te has percatado de la situación. Has entrado así que eres de mi propiedad. Ahora yo mando y tu obedeces de lo contrario serás vendida.

el monje te tira la túnica con arrogancia mientras te mira con deseo.

-- Venga, no me hagas despojarte de esa dignidad. Sé lista y obedece.

*Ya te pillare desprevenido en algun momento, no te preocupes por eso*

Me deshice de mi ropa mientras miraba al monje con desprecio y repugnancia

-Observa bien este cuerpo porque no lo volverás a ver-

Rápidamente me puse la túnica y la diadema, me sentía realmente incomoda y las ganas de degollarlo como a un corderito iban en aumento aunque queria mantener la compostura por el bien de la misión.

*Siam.. ¿Dónde me has metido..?*

El monje se relamen mientras observa cada milímetro de tu cuerpo. Cuando estás completamente bestida te coge por la cintura y te lleva a un lado de la habitación, frente a un cofre enorme.

-- Escoge todo lo que desees y será tuyo. Mientras, déjame que te trate con la delicadeza que tu hermoso cuerpo merece. Cuando hayas terminado te presentaré al resto de chicas.

Mientras te gira hacia el cofre el monje manosea tu cuerpo, manteniendo cierta distancia y ciertas partes inmunes, hasta que terminas y besa tus labios sujetando tus manos.

-- vamos, conoceras al resto de chicas que viven aqui, todas muy felices.

Te conduce hasta una sala en la que 20 chicas bellisimas se levantan unas detras de otras para besarle, en sus espaldas se transparentan finas cicatrices de latigazos.

-- Como ves, todas lo hacen por voluntad propia. No hay ninguna tan bella como tu, te convertirás en mi principal concubina. Tendrás todo lo que desees excepto salir al exterior, esto debe seguir siendo un convento de clausura.

Te agarra con fuerza contra él antes de susurrarte al oido.

-- Y bien, ¿cómo piensas despedirme querida? ¿Un beso?

La procesión iba por dentro mientras iba notando como ese depravado me iba tocando. Sentía mi cuerpo sucio y para colmo luego me beso

*Vamos de mal en peor, esto va a acabar mal para ti*

Mas tarde me presento a las chicas, iban todas igual que yo y sus espaldas estaban hechas trizas debido a lo que parecían latigazos, no daba credito a lo que estaba viendo, cada una de ellas le dio un beso y entonces se acerco a mi acercando su cuerpo al mio hasta sentir contacto con su pecho y entonces fue cuando me pidió otra beso

* Maldita sea Siam, de esta no te libras.. vas a sufrir toda mi ira*

Le giré la cara al monje dando a entender que no conseguiría ningún beso

-Prefiero instalarme y conocer a las chicas-

-- Hum... ya veo... sigues manteniendote digna... Creo que sabré cómo arreglar eso...

Tira de ti, con bastante más fuerza que tu y te lleva hasta una habitación que, aparentemente está dedicada a la tortura.

-- Y bien, ¿estás segura de que no me complaceras? Cumpliré uno de tus deseos preciosa.