Despacho del Hokage

Entro en el despacho echa una furia y comienzo a buscar por todos lados, dejándolo todo echo un desastre. La estantería de los libros queda tirada en el suelo, el sofá desmontado...

Al final desesperada coloco un gran mapa encima de la mesa y me siento a esperar que Obito llegue con su acompañante.

SAli de mi despacho y recorri el pasillo con un andar rapido, me moria de ganas de salir de caza. Necesitaba un poco de acción, y hacer algo por Brigitte me motivaba aun mas. Hice sonar la puerta un par de veces y abrí la puerta, ante mi un monton de libros por el suelo, el sofa tirado por la sala y vi a la Hokage con un gran mapa del pais del fuego tendido sobre la mesa.

-Hola de nuevo cielo, ¿que ha pasado aquí?.. deberias relajarte-

Me acerque a la mesa cogiendole la mano con dulzura intentando relajarla un poco a pesar de saber de la importancia de lo que pasaba

-Por cierto, mi acompañante.. esta de misión en el bosque. La mande de misión en tu ausencia, necesitaba que los bandidos del bosque cesaran. Tu ya me entiendes- Cruze mi mirada con la suya transmitiendo calma -Aunque realmente no necesito a nadie, esto quiero hacerlo yo por ti. ¿Y bien... donde quieres que vaya?-

Totalmente desconsolada dejé caer algunas lágrimas frente a ti.

-- Ha vuelto... ella se lo ha llevado... ahora me tiene en sus manos...

Apreté tu mano con fuerza, mirándote con verdadero pánico y terror.

-- No puedo mandar a nadie más, solo tu puedes hacerlo... Yo... lo siento...

Agaché la cabeza indicando un punto en el mapa.

-- Destruye la Villa Oculta de la Lluvia. No quiero que dejes un alma en pie.

*¡Maldita sea! Se ha vuelto loca de remate*

Solte su mano de repente mientras le garre un hombro con firmeza pero suavemente mientras con la otra seque sus lagrimas

-¡Que.. narices dices! No puedo cargarme una aldea porque tu hayas perdido una tiara, Brigitte. Dime quien tiene tu tiara y yo se la arrebatare, te juro que lo pagará con su vida, pero no me mandes matar a inocentes-

Después de mis palabras la abrazé con fuerza contra mi pecho mientras acariciaba su hermoso pelo

-Todo va a ir bien, ¿vale?-

Me separé de ti con fuerza y medio sollozando.

-- Es una orden. No hay nada que reprochar. Si no destruyes esa villa yo moriré.

Baje la cabeza resignado revolviendo mi cabeza, no daba credito a la frialdad que posaba ante mi, esta no era la Brigitte que yo conocia

*¿que te habra pasado? no te reconozco..*

-Esta bien, esta bien.. supongo que no tengo elección, te debo lealtad después de todo-

Empezé a caminar hacia la salida

-Vas a desatar una guerra después de esto, ten cuidado con lo que haces, Brigitte..-

La puerta del despacho yacia detras de mi, y yo me dirigia a Amegakure muy en contra de mi voluntad pero era mi deber cumplir los deseos de la Hokage

Antes de que se marchara le besé con fuerza. Casi en un susurro y esperando que me escuchara me despedí de él.

-- Te quiero Ubito... vuelve por favor...

Sin más salí del despacho en dirección a mi habitación.

Una extraña nube de arena se adentro en el despachó formándose la figura de alguien en frente del escritorio. Era Kazekage, nada mas formarse su figura por completo se sentó en una de las sillas con una comodidad fuera de lo común

-Querida Hokage, vengo para proponerte algo que quizás te interese-

Dije en un tono seguro mientras daba golpecitos con los dedos en el brazo de la silla

El día del nombramiento había llegado, cualquiera en su situación estaría nervioso, pero su vida ya había sido demaciado pesada como para que este día pudiese con él. El Nidaime Hokage, hacía acto de presencia en su despacho muy puntualmente como era de costumbre en él. Alli se encontraba el consejo de sabio de Konoha y algunos Anbus encargados de la protección del evento. Tras su llegada al edificio, una kunoichi encargada de los papeleos caminaba a su lado comentandole como transcurriría el acto y los acontecimientos que allí se percibirían. Subieron las escaleras y entraron a su despacho, la kunoichi por fin tuvo tiempo para poder respirar y se quedo de pie firme en un lado de la sala. Los consejeros de Konoha, no dejaban de cuchichear entre ellos la incredulidad de la situación, un Hokage tan joven con lo que ello conlleva. Se decían unos a otros a muy baja voz esperando no ser oidos. Cuando por fin la reunión empezó, El Hokage tomo la palabra y en un tono tranquilizador e intentando apaciguar aquellas voces que no hacían mas criticarles dijo.
-Todos hemos sido llamados hoy aquí para ver el comienzo de una nueva era, una nueva era que, con vuestra ayuda espero que nos traiga paz y prosperidad a nuestra aldea. Como Shinobi, jure proteger y servir a nuestra aldea. Ahora como Hokage juro proteger no sólo a la aldea, sino a todos y cada uno de sus aldeanos, pues ellos serán el futuro de nuestra nación.
Tras sus palabras todo el consejo se quedo serio mirandolo, el silencio dominó la sala, sólo interrumpido por el mas anciano, un señor del clan Sarutobi que dijo cariñosamente. -Hijo...Si fuistes escogido Hokage, es por que no creo que nos vayas a defraudar.
Tras decir esto, el consejo se levanto, y uno de ellos, le hizo entrega al Nidaime Hokage del sombrero oficial del Hokage junto con la bata, el Uchiha se los puso y salieron al balcón que daba a la plaza. La plaza estaba llena de shinobis y kunoichis esperando a ver a su nuevo Kage para darle una calida bienvenida y este les devolvió el agradecimiento con un cordial saludo. Al termino, volvieron a entrar y poco a poco se fueron marchando los consejeros, hasta que, el último, el Sarutobi que antes habló, se volteó y le dijo. -Joven, por tu venas corre sangre Uchiha... y he escuchado de tu valía... se que serás un gran Kage y que el pueblo estará contento contigo.
-Muchas gracias por la confianza aportada, no será defraudada. Respondió el Uchiha en un tono mas amable y con una sonrisa en la cara. por fin cuando el consejo salió del despacho, ordenó a los Anbu que se distribuyeran para realizar rondas de vigilancia mientrass se dedicaba al papeleo con la kunoichi que quedaba alli.

Cruce las puerta y entré en la aldea, seguían con los prolegomenos y la fiesta por la investidura del eminente Hokage y yo iba paseándome por el lugar disfrutando de cada una de las esquinas mientras veía a la gente radiante y disfrutando de la fiesta.

No me quise entretener más y fui derechito a la mansión Hokage donde debería estar el nuevo Hokage revisando as fichas de sus shinobis y los temas políticos de la aldea. Una vez dentro repase las indicaciones y pronto encontré el habitáculo del líder de Konoha así que hice sonar la puerta y entre dentro

-Enhorabuena Hokage-sama, déjame que me presente. Soy Uchiha Sasuke. ¿Como van las cosas por palacio?- hice sonar esas pequeñas palabras mientras cerraba la puerta y me acercaba a su escritorio -Espero no interrumpir nada-

Mi trabajo como Hokage había comenzado y ya empezaba el aburrimiento del sector, pero son gajes del oficio. Mientras inspeccionaba las fichas de los ninja en activo y de los estudiantes futuros shinobis de la aldea, alguien golpeo a la puerta y entró y tras cerrar la puerta y acercarse a la mesa del Hokage decía. -Enhorabuena Hokage-sama, déjame que me presente. Soy Uchiha Sasuke. ¿Como van las cosas por palacio?-Espero no interrumpir nada-. El Uchiha se presentaba mientras se acercaba hasta terminar plantado delante de la mesa. -¿interrumpir? bueno, ando con el papeleo típico del primer día. Revisiones, adjudicaciones de misiones, etc... Respondía el Kage mientras miraba a su mesa donde se alojaban varios montones de hojas en diversas zonas. Pero da igual, puedo parar por un momento, asi que dime ¿Que te ha traido hasta aquí? Prenguntaba curiosos el Shinobi mientras aún seguía sentado en su silla.

Al llegar a la mesa me senté en una de las sillas en una posición cómoda para contarle mi verdadero motivo así que me frote la barbilla durante unos segundos para pronunciar mis primeras palabras -Verás... como buen Uchiha que soy, y por cierto, patriarca de la familia, es mi deber cuidar a todos los del clan y eso te incluye a ti- Me levante de la silla para dar vueltas por el despacho -Siempre me gusta ser participe de los míos... así que me gustaría ver tus habilidades-

*Y ya de paso, vere tu poder por si algún dia nos declarais la guerra...*

-Así que dime, ¿Hay algún tema pendiente que hacer para tu patria?- Apoye mis manos en la mesa acercando mi rostro al suyo con una mirada amigable y una sonrisa en la boca

toc toc golpee la puerta, para que me abrieran... espere un poco y me abrio un chico con el sharingan yo le dije ironicamente: bonitos ojos... donde esta el nuevo hokage le llevo una carta al nuevo hokage esta aqui?

OFF: que viva el metarol xDD no tengo activado el sharingan y tampoco sabes que soy uchiha así que no adelantes acontecimientos vale? xDD

Antes de que el Hokage pueda responderme entra por la puerta un chico, presumiblemente shinobi de Kiri pues la bandana de su frente así lo indicaba -Esto es una reunión de mayores chicos, ¿Que hace aquí un ninja de Kiri?- cerré la puerta dejandolo pasar y volví a acercarme al escritorio -Bueno querido Hokage ya que esta aquí ¿que te parece si nos vamos a jugar un poco con el nene?-

La verdad me aburrían las formalidades y este tipo de encuentros, además seguramente el Hokage tendría algo para darnos y poder entrar en acción un poco después de tanto tiempo

Tras el festival de investidura, había pensado pasar el resto del día repasando y leyendo el papeleo por la primera Hokage... pero visto los visto tendría que dejar de lado mis planes. Aunque, a decir verdad, la propuesta del Uchiha me alegraba, ya que tenía ganas de estirar un poco las piernas.
-¿algo para darles?... deja que mire... Bueno, tengo algunos criminales los cuales debería dar caza cuanto antes, pero primero, me gustaría saber como serán mis compañeros de batalla- Decía mientras revisaba entre las montañas de hojas, en la sección "Libro Bingo/Criminales" -Asi que, si os parece buena idea, podríamos ir al campo de entrenamiento y verificar un poco como estamos cada uno. Afirmaba mientras se levantaba de la silla. -Señorita cuando terminemos vendre y continuaré mis que tareas como Hokage, de momento, vaya ordenando por secciones esas montañas, para cuando vuelva, ir directo al grano. Ordenaba a la Kunoichi que, desde su investidura, acompaño en todo momento al Nindaime.

-Por cierto, joven de Kirigakure, ¿qué es lo que venías a entregarme? Preguntaba al joven que acababa de entrar al despacho que, sin presentarse, entro directo a su cometido.

*Trabajo sucio eh... me gusta jiji*

De nuevo me coloque la capucha sobre la cabeza escondiendo mi rostro y luego hice sonar mis nudillos apretando las manos -Bien, me gusta la idea señor Hokage jeje así que mientras os ocupáis de vuestros asuntos iré tirando hacía el dojo- fui hacía la salida y antes de cruzar la puerta dije unas últimas palabras -No tardéis eh-

Cruce la puerta y salí del lugar para irme a la zona de entrenamientos

Después de que el Uchiha se despidiera y saliera del despacho. Tora, volvió a mirar al Shinobi de Kirigakure diciendo.

-Bueno, ya estamos sólos ... ¿por que no empiezas por decirme como te llamas? Decía el Hokage mientras mientras se acercaba a su mesa para depositar aquello que le venían a entregar personalmente.

soy sasori señor, artista marionetista de la niebla, es una carta de el mizukage para usted para felicitarle que es hokage... no tenia ganas de decir nada mas y me calle

-Una carta... decía mientras leía la carta a grosso modo.

-Ok, pues Sasori, Artista marionetista. Vallamos al campo de entrenamiento donde nos esta esperando Sasuke. Le decía al joven indicándole que me acompañara al lugar de entrenamiento para seguir con lo pactado

Al llegar al despacho, abrí la puerta y alli se encontraba, la Kunoichi aún esperandome con los montones de hojas separados por secciones como le había pedido. -Bienvenido a casa.... Bromeaba mientras miraba hacía los monticulos de hojas con una cara mas bien triste.
-Hokage-sama, he ordenado por secciones como me pidio, y además los he colocado por orde de importancia, dsde misiones, hasta los futuros arreglos arquitectónicos que necesita la aldea. Respondía la konoichi orgullosa por su trabajo.
-Enserio.... -Pues nada, ha empezar a trabajar...Gracias por el trabajo. Concluía mientras dejaba la Katana apoyada entre el suelo y la pared al lado de la silla donde me sentaría.

-Hokage-sama....puedo preguntar de donde ha sacado esa katana... Preguntaba nerviosa la Kunoichi. -Esta... si bueno... digamos que fué un regalo de un antiguo miembro de la aldea Respondía ironizando - Ahora, concentremosnos en el trabajo que queda por hacer, ya habrá tiempo para contarte la historia. Concluía antes de empezar a leer el primer monticulo de papeles.

Un ave mensajera llego hasta el despacho del Kage con una nota en su patita, esperando a que abriera.

Mensaje:

Tras leer la carta del Ottokage, decidí escribirle otra diciendole que no podría asistir al evento por algunas causas que requerían mi presencia en la aldea. Tras escribirla, salí del despacho para dar una vuelta por la aldea y controlar las situaciones de vigilancia que había otorgado a los Jounnin y Ambu de la aldea. -Salgo a dar un paseo y estirar un poco las piernas, ya que por fin he terminado el papeleo. Le decía a la Kunoichi que siempre me acompañaba. -¿Te vienes? le preguntaba a sabiendas de que la respuesta sería un SI rotundo. Asi pues, me puse la chaqueta de Kage, recogí la katana que había dejado apoyada, y sali del despacho.

El primer lugar en ir a visitar sería la entrada, pues quería controlar las entradas y salida de la aldea.

Tras un largo entrenamiento duro me dispuse a entrar a mi despacho, dispuesto a descansar un poco. Al entrar al edificio, salude al personal Ambu que vigilaba el lugar, y me dispuse a subir las escaleras que daban al pasillo de mi despacho, una vez cruzado, me acerque a la puerta y al abrirla, pude observar a una joven frente al escritorio, que, en ese momento, me daba la espalda. - eh... hola. ¿Buscabas algo? Preguntaba duditativo a la joven de pelo largo parada en frente de mi, pues, no esperaba visita. A primera vista podía observar que la Konuichi era e konoha, pues en la bandana, se veia reflejado el simbolo inconfundible de la aldea de la hoja. -Si vienes a pedir alguna misión, tendrás que disculparme, pero aún no llevo al día las cosas, así que no podré entregarte una en condiciones... aún así... ¿puedo conocer tu nombre? preguntabaa curioso por la identedad de quien había abordado la intimidad de mi despacho