Observe la escenita de la cabeza del criminal y la cara de asco del señor feudal y no pude evitar soltar una carcajada -jajaja hmm perdone, no pude evitarlo- después abandonamos la sala para que uno de los monjes nos diera la recompensa por haber limpiado esos bosques de su "dueño" -Si, me parece justo ir al 50%-
Una vez ya fuera, el Hokage se dirigía de vuelta a su villa asi que llego el momento de las despedidas ya que yo debía volver a Kumo -Bueno amigo, creo que es hora de que vuelva a casa. Si necesitas d la ayuda de Kumogakure solo envíanos una de tus aguilas imperiales y acudiremos en tu ayuda- Después de mis palabras me despedí estrechándole la mano y cogiendo rumbo al embarcadero del país del fuego.