Taberna Tantalus

Llego al bar con cara de pocos amigos, afortunadamente el dueño del local me conoce y sabe que no soy una persona peligrosa, se acerca a mí con el mismo desparpajo de siempre.

--Ponme un trago, lo de siempre, tengo que cogerme la mayor de mis cogorzas...--

Escucho, lo que parece ser la típica gracia de camarero y enseguida tengo delante de mí un buen vaso de Jack Daniel´s con mucho hielo, como a mí me gusta, para disfrutar del aroma poco a poco.

--Deja aquí la botella...--

Mientras bebo, escucho una voz familiar y suspiro con vehemencia. Miro de lado cuando la niña se pone a mi lado.

--Este no es lugar para niños, debería ir a jugar con tus muñecas o ir a salvar la villa de los "malos" de la peli...--

Me lío un cigarro con la misma velocidad que lo hice en la academia y lo enciendo, dejándolo en la boca salvo cuando tengo que darle un trago a mi wisky, mientras escucho a Lirian, mirando al frente, sin posar mis ojos en ella.

--La diferencia entre ser un shinobi y hacer lo que hago es que lo vuestro no es divertido, vais a guerras, matáis al enemigo y os exponéis constantemente al peligro, yo juego, me emborracho, me divierto y de vez en cuando echo una canita al aire...(En ese momento guiño un ojo al camarero que al escucharme me ha dedicado una sonrisa divertida)No vivo la vida, la disfruto, y tú, cuando alcances la mayoría de edad, deberías hacer lo mismo antes que desperdiciarla intentando conseguir algo que te queda muy grande--

Doy un trago a mi copa pidiendo que me la rellenen mientras el ambiente de nuestro alrededor empieza a cargarse con el humo de mi cigarro de liar. Me siento orgulloso de la parrafada que he soltado, hasta el punto de mostrar una media sonrisa de orgullo. Vuelvo a darle otra calada a mi cigarro y sin dejar de mirar a la pared me dirijo a Lirian.

--¿No te has parado a pensar que por mucho que hagas, lo que consideras vandalismo y maldad seguirá ahí? No deberías perder el tiempo, que la vida son cuatro días--

La chica te mira ensimismada y pide un vaso de agua, tira el vaso y se echa de tu copa. El sabor no le resulta nada agradable pero traga y te sonríe.

-- Eso no es cierto, yo disfruto la vida, me llena mi vida, me gusta. Jamás mataré a nadie de otro poblado por estar en guerra, ni dejaré que ningun mandamás decida sobre mí misma. Ahora puedo defenderme, soy fuerte, y este es el camino fácil para mí, solo busco la verdad.

Lirian da un largo trago a la copa que la hace tiritar levemente.

-- Sigues sin haberme dado una buena razón. Creo que los shinobis que los polis que te atacaron se divirtieron bastante más que tu esa noche. No hay bándalo sin su pequeño corazón ni ángel sin su gran infierno. Sé que no voy a erradicar el mal en este planeta, pero no me viene mal un poco de orden propio para mi vida.

Me quedo mirando inexpresivamente a Lirian cuando veo que coge la botella y se echa un trago, pero no me importa mucho y al camarero tampoco ya que parece no haberse dado cuenta.

**No soy su padre, ella verá lo que hace pero no me hago responsable de sus actos**

Otra calada y trago a mi copa, mientras escucho algunos comentarios burlones de los clientes habituales, atribuyéndonos como pareja, haciéndoles caso omiso, aunque la presencia de la niña me está empezando a incomodar. Parece que el alcohol está empezando a hacer efecto en la chica porque empieza a soltar incoherencias.

--Te confundes, no fueron shinobis, ni la Bofia, fueron unos matones que querían desplumarme, eso es todo, creo que no deberías beber más, sobretodo si no estás acostumbrada a ello...--

Le doy un trago a mi copa y le quito su vaso, dejándolo en la barra, aunque no muy lejos de ella.

--No entiendo por qué insistes tanto con la razones niña, no necesitas razones cuando sabes que no quiero ser un shinobi porque no me apetece y porque prefiero tener una vida más acomodada--

La chica sonríe cuando le quitas la copa y te mira con los ojos muy abiertos.

-- Bueno... Necesito razones porque has rellenado una inscripción que te obliga a ser shinobi. Si no vas a serlo tendré que darle una buena razón a mi jefe o quizás... me vendría bien una buena razón para no hacer que te obliguen a serlo y robar los papeles antes de que lleguen a sus manos.

Lirian te mira preocupada. El alcohol le a afectado pero no tanto cómo para no saber en qué mundo vive y el hecho de no tener claro cómo actuar la agobia tanto que parece que en cualquier momento podría echarse a llorar.

-- Necesito una razón para saber qué es lo correcto y que seas un vago no me ayuda a decidirme. Entiendo que seas un cobardica, pero eso tampoco me da confianza para ayudarte. Quiero salir del lío en el que me has metido. Has tenido mala suerte o buena, según se mire. Otro te habría pateado el culo de lo lindo.

Sonrío irónicamente mientras escucho a Lirian y me acabo el cigarro, que tiro al suelo y lo apago pisándolo y retorciéndolo bajo mi pie al mismo tiempo que me acabo el wisky y me sirvo otro.

--Cada uno crea su propio destino cariño... yo he elegido mi camino solo, tú debes hacer lo mismo...(Mis ojos se empiezan a entrecerrar, efecto de los tres vasos de wisky que llevo ya)Verás, yo me apunté a la academia para aprender algunos movimientos chulos, golpes, técnicas de defensa y demás, no para meterme en un ejército y salvar a la gente...(Ya empiezo a hacer exagerados aspavientos mientras hablo, moviendo los brazos exageradamente y apoyándome cada vez más en la barra para no perder el equlibrio)Yo soy yo, y me gusta pasármelo bien, ¿Qué hay de malo en eso? ¿Que te he metido en un lío? ¡Pues lo arreglamos!(Ahora miro mal a Lirian)Está claro que me habéis intentado estafar... ¡Pero no! Yo soy como soy y voy donde quiera que el viento quiera llevarme... ¡Otro trago! ¡¡Weee!!--

Me bebo de un trago el wisky y me echo otro vaso más con una sonrisa de felicidad extrema en la cara.

--Yo soy hijo de la madre naturaleza, como todos, y si el destino quisiera que todos hiciéramos lo correcto, no existirían los placeres de la vida, ¿no crees?(Suelto un hipido exagerado y por un momento parece que se me va la cabeza, pero, de una forma alcohólicamente exagerada me centro de nuevo, entonces miro a Lirian con una media sonrisa dibujada en la cara y me acerco a ella lentamente y con dificultad hasta llegar a su oído para susurrarla)Lo único que no tiene solución en esta vida es la muerte, y eso a veces se puede solucionar...--

Me separo de ella rápidamente y me termino (de nuevo) la copa, apoyo el vaso sobre la barra con un sonoro golpe, cojo la botella, le doy un gran trago y empiezo a cantar canciones tradicionales con algunas letras bastante obscenas mientras el resto de la gente del bar, o me ignora o me mira de forma divertida al ver el espectáculo que estoy dando.

Lirian mira al chico con algo de incredulidad.

** Es un borracho, será más duro de lo que pensaba.

Encarna los ojos al cielo con desesperación, mirando al chico con desgana y pesadez.

-- No eres más que un niñato y no sabes decir más que niñerias. No merece la pena meterme en un lío por ti. Nadie te ha estafado, no es nuestra culpa que no sepas lo que lees.Has firmado un contrato con la academia en el que si apruebas tu examen estás obligado a ser Shinobi. La ley es la ley, y deberías leer antes de rellenar y aceptar. Doy tu examen por finalizado y aprobado. Entregaré los papeles de tu admisión mañana a primera hora, tu entrenamiento comenzará a las 7 de la mañana; te entregarán tu bandana justo al entrar. No te retrases, o la primera misión que mande a los matones será ir a buscarte. Búscate un buen abogado porque lo necesitarás si de verdad no quieres ir a alguna guerra.

La chica vuelve a mirarte con desprecio mientras se pone el abrigo. Estaba más enfurecida de lo normal, cosa que pensó que podria deberse al alcohol ingerido.

-- No hay bien sin mal. El placer está en ser tan bueno cómo malo. En saber qué pecados podemos repetir una y otra vez antes de destruirnos. El placer de esta vida está en la mesura, en permitirse caer en el descontrol de nuestra vida, siempre que este no nos desvíe de nuestro camino. Tus niñerías me han metido en un buen lío, así que no faltes mañana o haré que después de cada borrachera cambien cada gota de tu sangre por una más limpia.

Antes de que te emborraches del todo y montes el espectaculo salado Lirian te mira divertida.

-- Espero que seas tan listo cómo guapo y sepas qué es lo que te combiene. Puedo hacer tu entrenamiento mucho más divertido de lo que crees. No me falles, no me gusta ser mala!

Después desaparece del bar camino de la biblioteca. A la mañana siguiente a las 7 en punto está clavadita en el gimnasio, esperandote.