Hospital de Amegakure

Eilin abre los ojos como platos y comienza a palidecer echa puro nervio.

-- ¿Qué... qué haces? Mi cicatriz es horrible... No quiero que hagas nada por lástima...

-Calla y bésame anda-

Mientras seguí besandola y acariciando todo su cuerpo con suma dulzura para luego con mis manos pegar un fuerte tirón de la sabana de la cama y dejar su bella silueta al descubierto

-Nos debemos un poco de diversión después de todo lo ocurrido princesa-

Seguí besándola esperando que reaccionará de algún modo.

-- Pe.. Pe... Pero... yo... no entiendo nada...

Cerré los ojos, disfrutando de la sensación de su piel y comenzando a dejarme llevar. Cuando quita las sábanas me tapo cómo puedo, ya que sólo llevaba el camisón del culo al aire. Dejé que me siguiera besando, mientras que poco a poco comenzaba a rodear su cuello con mis brazos, devolviéndole las caricia y desnudándolo poco a poco, a la vez que sentía cómo perdía el control sobre mi misma.

Seguí acariciandola mientras nuestros cuerpos se iban fundiendo en uno solo y la seguía besando por todos los rincones de su cuerpo

-Yo si que lo entiendo todo, nos amamos y tu cicatriz me parece de lo mas sexy-

Eilin suspiró con fuerza antes de entregarse totalmente a lo bonito del acto y abrazarle con fuerza. Después besó y acarició cada rincon del cuerpo del chico con una sonrisa amarga, dejándose llevar hasta el fin.

-- ¿De verdad me quieres? Yo no soy Brigitte, aunque lo fuera en su día...

Yo seguí a lo mio, lo que sentía en esos momentos era exactamente lo que sentía con Brigitte, sin saber como ni porque no podía parar hasta que ambos nos quedamos estirados en esa cama y con la mano hice que la sabana nos cubriera hasta el ombligo

-De algún modo eres Brigitte y no lo eres pero lo que he sentido ha sido muy real como para ignorarlo, no voy a dejar que esos bastardos te pongan la mano encima.. te lo prometo-

Con los ojos llorosos Eilin te abraza, apoyandose en tu pecho hasta quedar dormida completamente. Al despertar un par de horas después se pone en pie de un salto y te besa dulcemente.

-- Hora de irnos

Se vistió rápidamente y tiró de tu mano para que la acompañaras.

-- ¡venga... que hay prisa!

Cuando ambos estabais listos comenzó a andar hacia Monte Darsie

Me despierto con un beso de Eilin y cuando me doy cuenta prácticamente ha salido de la habitación

-hmmm.. Que dulce despertar, En marcha-

Me visto rápidamente y sigo a Eilin hasta nuestro próximo destino