Puertas de la aldea

Ya en las calles de la villa seguia pensando en mi encuentro con la Hokage, empezé a pensar que se trataba de una pesadilla pero no.. no lo era. La Hokage estaba dispuesta a crear una nueva guerra y yo seria solo el titere. Me coloque la capucha dispuesto a salir de la villa.

*Espero que al menos, esto sepas agrdecermelo*

Llegue a las puertas de la villa y salude al guardia

-Soy Uchiha Obito, debo partir al pais de la lluvia bajo ordenes estrictas de la Hokage-sama, ¡nos vemos a la vuelta camaradas!-

Empece a caminar rumbo a las puertas de Konoha y tan pronto como estuve dentro del bosque es como si hubiera hecho de noche de golpe y una oscuridad se apoderó del lugar y antes de que cayera el sol por completo llegue a las puertas de mi destino. Ante mi se alzaba impetuosa la aldea oculta de la hoja, Konoha.

-Vengo a dar la enhorabuena al nuevo Hokage- dije destapandome el rostro y mostrando la bandana de Kumogakure a los guardias de la puerta

llegaba a las puertas de la aldea, iba a entrar y dos jounnins me pararon los pies: donde vas? yo le conteste: a la villa... los jounnins me respondieron: hasta ahi llegamos, pero de parte de quien? de parte de kiri llev esta carta para el nuevo hokagelos jounnin me dejaron pasar...

me iba del despacho del hokage que era un buen tio, hacia las puertas de la villa con los mismos jounnins delante de la puerta habia un restaurante de fideos -mmmm... merezco morir irme de konoha sin probar el ramen despues de engordarme a base de fideos me fui hacia el puerto para volver a kiri...

Mientras salíamos del Dojo en dirección al templo, fui dando indicaciones a mi acompañante sobre el futuro shinobi contra el que nos mediríamos. Este no era un simple criminal, pues está incluido en las listas del libro Bingo.
-Akira fue un shinobi de la aldea de Konoha, en una misión, traicionó a sus compañeros matando a uno de ellos. Un grupo Ambu asignado a la zona logró llegar a tiempo y pudieron salvar al último. Desgraciadamente éste se largó con vida, desde entonces ha sido perseguido. Pero su historia no acaba ahí. Poco tiempo después logró reunir a un pequeño grupo de hombre, con los cuales formo una banda e intentó enseñarles lo que sabe sobre el ninjutsu. Con esta banda ha estado asolando el País del Fuego y parece ser que uno de sus sitios predilectos son los jardines del Señor Feudal. Narraba el Hokage mientras en su compañero se notaba la cara de aburrimiento con tan larga historia.
-Akira nunca fue muy habilidoso con el Ninjutsu, sin embargo, es conocido por ser uno de los mejores ninjas en el Kenjutsu. Además también es bastante rápido rápido, ágil y su Taijutsu es de admirar. Si mal no recuerdo.... tiene control sobre el elemento Doton, pero ignoro si en su estancia fuera de la villa halla conseguido controlar algún otro elemento. Detallaba el shinobi esperando reacción alguna de su compañero. -Bueno... nos enfrentamos contra un shinobi que, posiblemente, intente atacarnos cuerpo a cuerpo y utilizar su velocidad como ventaja... así que habrá que tener el Sharingan activado... Concluía el Hokage mientras ya casi llegaban a las puertas de la Villa.

Tras la recogida de la recompensa y de despedirme del Uchiha. Me dirigí a mi aldea natal para reposar y continuar con el aburrido trabajo de un Kage. El trayecto había sido aburrido pues sin nadie con quien poder hablar, sólo me daba opcion ha admirar la nueva adquisición y preguntarme, cuan rara podría llegar a ser esa katana. Después de un largo paseo, a lo lejos, podía divisar las puertas de la Villa oculta de la Hoja, imponentes, alzandose por encima de la vegetación colindante. A mi llegada a la puerta, los Shinobis encargados de custodiarla, saludaron firmes al verme -Saludos Hokage-sama!!
-Buenas. Descansad chicos ¿alguna novedad en mi ausencia? Pregunté a los guardias, deseando que no hubiera ningun conflicto. -No señor! la aldea ha estado tranquila desde su partida. Respondían serios y aún firmes.
-Gracias. Iré a mi despacho a continuar con mis tareas. Decía mientras proseguía mi camino. -Hokage-sama... Disculpe la interrupción... Esa katana que lleva con usted... preguntaba nervioso uno de los shinobis. -Si. El señor feudal ha tenido algunos problemas con Akira, del Libro Bingo. Asi que he ido personalmente a subsanar el probelma respondía con gesto afable, para proseguir mi camino. Durante el trayecto, seguía escuchando algunos murmullos de los Shinobis guardianes de la puerta, hasta que me aleje lo suficiente como para que esos murmullos pasasen a ser parte del viento que soplaba en la villa. La tranquilidad de volver a casa y el olor de las calles de Konoha, una mezcla entre platos cocinados provinientes de los bares de la zona, incluso la felicidad de los jovenes niños corriendo por las calles jugando entre si, hacian que mi alma se engrandeciera. He llegado a casa.

A mi llegada al Porton de la aldea de la hoja, los shinobis allí vigilantes al ver la llegada de su Hokage, le saludaron serios y firmes al unisono. Al verlos les pregunté. -¿Alguna nueva de la entrada?
-¡No señor. Aquí todo tranquilo! Respondió uno de ellos. -Gracias, sigan trabajando. Decía para despedirme, mientras con un cordial saludo, agitaba levemente mi mano derecha y me daba la vuelta para irme.

Al darme la vuelta para proseguir el paseo, charle con la Kunoichi que me acompañaba.
-Sabes.. tengo ganas de probar esta nueva katana, creo que iré al Dojoa entrenar un poco. ¿Te vienes a hacerme compañia?. Preguntaba a sabiendas de la respuesta afirmativa que siempre recibía. Dicho esto, proseguimos el paseo por la aldea directos al Dojo.