Su ceño se acentuó en cuanto la empezó a llamar niña, ni que tuviera cinco años. Bueno... si quería verla animada, la vería.
-Me asombra que alguien tan perezoso sea Hokage...-contraatacó de manera que aparentaba ser pensativa-, tendremos que aguantarnos los que queremos llegar a ser algo hasta que otro ocupe el puesto... vie-jo-. La última palabra estaba cargada de puro sarcasmo. Sus labios tenían una mueca ligeramente malvada y sus cejas estaban levantadas en señal de desafío.
Se levantó justo después de que el Kage pasara a su lado, se cogió la capa y se la echó de nuevo junto con la capucha, solo quedaba a la vista parte de su nariz y labios.
-A dónde vamos?? Y por cierto, llévate tu katana, la necesitarás, espero-otra sonrisa volvió a dibujarse, pero esta vez no tenía nada de desafío ni de humor sino algo más-. Por cierto, no intentes suponer cosas conmigo, o cuando tenga la suficiente fuerza, te borraré esa suposición... a mi manera.
Dándole la espalda esperó tranquilamente a que la indicara el camino.